Milán en un día

Aunque pareciera que un día es poco tiempo, su centro histórico y sus alrededores abarcan la mayoría de los sitios mas importantes que conocer y visitar muy fácilmente a pie. Siempre se tiene la alternativa del metro, del tranvía o de utilizar el autobús turístico para movilizarse por la ciudad que tiene parada en los puntos más importantes, además de los comentarios que se pueden escuchar a bordo.


Piazza del Duomo

Situada en pleno centro histórico y rodeada por algunos de los edificios más importantes de la ciudad como son el Duomo, la Galería Víctor Manuel II y el Palacio Real. También en sus alrededores puedes conseguir un sinfín de cafeterías donde tomarte un café, comerte algún dulce, típico desayuno italiano.


Catedral o Duomo de Milán

Con su impresionante fachada de Mármol Blanco Rosado, esta Iglesia Gótica tardo casi 5 siglos en ser construida. En su interior, el altar de mármol de estilo renacentista, guarda en su parte trasera, un Clavo de la Cruz de Cristo y la Estatua de Bartolomé el Apóstol. No dejen de subir a la terraza desde dónde se pueden disfrutar de unas magníficas vistas de la ciudad.


Galería Vittorio Emanuele II

Con su impresionante bóveda de vidrio y hierro, alberga en su interior tiendas de lujo y restaurantes y locales históricos. En la parte central de la galería se encuentra varios mosaicos en el suelo como el del Toro de Torino que esconde una conocida leyenda que cuenta que, si metes el pie dentro de un pequeño agujero y das tres giros, te traerá buena suerte.


Teatro de La Scala

Construido en el siglo XVIII, es uno de los más famosos del mundo y por él han pasado los más grandes cantantes de ópera de la historia como María Callas, Pavarotti o Plácido Domingo.


Castillo Sforzesco

Construido en 1368 y transformada en un magnífico palacio ducal. Esta fortaleza, alberga más de 10 museos como el Museo de Arte Antiguo y el Museo Egipcio, una pinoteca y dos bibliotecas, aunque sus obras más relevantes son los frescos de Leonardo da Vinci y la escultura la Pietá Rondanini de Miguel Ángel. Saliendo del Teatro de La Scala, recorriendo la via Dante se llega al Castillo.


Parque Sempione

Si el recorrido lo empezaron temprano, ya es hora de almorzar. Pueden comprar algo y comerlo de manera tranquila en los jardines del parque entre arboles y naturaleza. Caminen hasta el Arco della Pace, que conmemora las victorias de Napoleón y si aun tienen tiempo, pueden también tomar el ascensor y subir a la Torre Brancha a su mirador en el piso 108 donde podrán admirar la ciudad.


Iglesia de Santa Maria delle Grazie

Famosa por albergar en una antigua pared del comedor, una de las obras maestras de la historia, el fresco de La Última Cena de Leonardo da Vinci. El cupo de visitas diario es bastante limitado por el estado frágil de la obra por lo que hay que reservar con mucha antelación.


Piazza Mercandi

Volviendo al casco antiguo de la ciudad, pasaran esta plaza rodeada de elegantes edificios históricos. También cerca de la plaza, existen diferentes “Gelateria” artesanales, siempre hay tiempo para un helado. Igualmente, en el camino, hay varias joyas como son la Basílica de San Ambrosio, la Iglesia de San Maurizio al Monastero Maggiore y la Pinoteca Ambrosiana, todas con fantásticas pinturas en su interior.


Quadrilatero d´Oro

No Podemos olvidar que a Milán se le conoce como la ciudad de la moda. El Corso Venecia, la Vía della Spiga, la Vía Alessandro Manzoni y la Vía Monte Napoleone, son las 4 calles donde se ubican las tiendas más lujosas de las firmas de moda italiana más conocidas con sus llamativos escaparates, que, aunque no vayan de compran, bien vale la pena darse el paseo.


Barrio Navigli

Dejamos para el final del día, este famoso barrio con sus dos canales gemelos y sus calles adoquinadas, llenas terrazas con buen ambiente, donde tomar un apperol spritz para luego cenar en alguno de los mejores restaurantes de la ciudad que se encuentran en esta zona.