Los
Acantilados de Moher son una maravilla natural que no se pueden perder si
visitan Irlanda, ofreciendo una combinación de belleza escénica, historia y
oportunidades para la observación de la vida silvestre, con alturas que
alcanzan los 214 metros en su punto más alto llamado Hag’s Head y longitud de 8
kilómetros a lo largo de la Costa Atlántica. La formación de estos acantilados
se remonta a más de 300 millones de años, lo que los convierte en una de las
estructuras rocosas más antiguas de la región.
Siendo una de
las atracciones turísticas más populares en Irlanda, cuenta con un Centro de
Visitantes que proporciona información, mapas y diferentes servicios. Pueden
caminar a lo largo de los senderos que recorren los acantilados con vistas
espectaculares, por algo han sido utilizados como escenarios para la industria
del Cine, especialmente durante la puesta del sol.
Consejos para
Visitarlos
Cuidado con el
Viento: Las rachas de viento pueden ser fuertes, así que es
recomendable llevar ropa adecuada y mantenerse detrás de las barreras de
seguridad. El tiempo es variable y puede
oscilar entre 15°C y 18°C pero en Irlanda hay que estar siempre preparados para
cualquier tiempo como lluvia o nieve.
Mejor Momento
para Visitar: La puesta de sol es un momento mágico para disfrutar
de las vistas, ya que el paisaje se ilumina con colores vibrantes.
Acceso:
Se puede llegar a los acantilados en coche, aunque la distancia desde Dublín es
bastante lejos, y hay estacionamiento disponible en el Centro de Visitantes.
Destinos